El taller se desarrolló durante los
días 30, 31 de enero y 1 de febrero, en las instalaciones de la Fundación Gil
Gayarre. Asistieron un total de 67 chicos y chicas, de los cuales 42 eran alumnos
de educación especial de la Fundación y 25 provenían del colegio Everest https://www.everestschool.es/
Las
diferentes jornadas se organizaron en tres grupos, dos de ellos en horario de
mañana, en los que solo participaron alumnos de educación especial; y el tercer
grupo se llevó a cabo en horario de tarde, y a él asistieron tanto alumnos de
educación especial como de educación ordinaria. La enseñanza corrió a cargo de
varios profesionales de la Fundación y varios técnicos y monitores de remo del
Club Remo Lago.https://clubremolago.wordpress.com/
En las sesiones de mañana, se
trabajaron contenidos propios del remo (partes del remoergómetro, movimientos
básicos de la remada), así como contenidos curriculares, tales como conceptos
de anatomía (empleo de los diferentes grupos musculares durante la remada),
conceptos matemáticos (cuenta atrás, clasificaciones por tiempos, etc...)
En las sesiones de la tarde, además
de los contenidos ya mencionados se propusieron otros relacionados con la
inclusión social y educativa. Se trabajó la participación global del alumnado
en una nueva actividad deportiva que promueva y garantice la igualdad de
oportunidades para el pleno desarrollo de la personalidad, la aceptación de la
diversidad, la valoración de las diferentes capacidades de los demás y que la
suma de los esfuerzos de todos los componentes del equipo son los que conforman
el resultado final, ayudando a superar cualquier discriminación, desarrollando
valores que fomenten la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, así como la
prevención de la violencia de género.
Todos los objetivos que se
plantearon al organizar el taller se cumplieron con creces. La participación e
implicación de los chicos y chicas fue sorprendente, ya que desde el primer
momento se sintieron atraídos y motivados por todas las actividades que se les
iban proponiendo, incluso en aquellos que a priori no demuestran interés por la actividad física o deportiva.
Durante la última jornada se celebraron regatas individuales y por relevos, en
un ambiente de auténtica competición. Todas ellas fueron apasionantes, pero si
hay algunas que caben destacar esas fueron las regatas inclusivas que se
celebraron el viernes por la tarde, en las que participaron tripulaciones de
cinco remeros, dos de educación especial y tres de educación ordinaria.
Los
chicos y chicas de cada tripulación habían estado trabajando juntos durante las
dos jornadas anteriores, lo que les permitió ir conociéndose y crear nuevos
vínculos gracias a la interacción que se había desarrollado.
Llegado el día de
las regatas se les vio como un conjunto coexionado, que tomaba sus propias
decisiones en grupo y poniendo en práctica la famosa frase de Pierre de
Coubertin “Lo más importante del deporte no es ganar, sino participar,
porque lo esencial en la vida no es el éxito, sino esforzarse por conseguirlo“
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